lunes, 31 de agosto de 2009

Yo no soy así


Por qué se empeñan en hacerme ver como no soy?

Nunca entenderé algunos por qué, al menos no hasta que alguien me explicara.

Las personas acostumbramos a encasillarnos unos a otros, decidimos si eres asi o de aquella otra manera. Lo peor es que no dejamos que esa otra persona nos entienda, porque simplemente decidimos y no les dejamos explicarse. A veces si escucháramos tal vez encontraríamos a un ser que pide a gritos una ayuda, que está tan desesperado, tan perdido, como nosotros mismos. Hay algo tal vez inducido sin darnos cuenta por otros que no nos permite ver más allá de lo que hemos decidido que son cada uno. Y no cuenta si has hecho tal o cual cosa , solo vemos lo que algo en nuestra cabeza nos dice que es. No vemos el daño que hacemos, lo feliz que puede ser esa persona con una simple sonrisa, con una palabra amable, con saberse al menos igual que los demás. No basta con ofrecer lo mejor de uno si ese otro no quiere aceptarlo. Y si ese otro te importa se transforma casi, casi, en crueldad. Aunque esa otra persona ni siquiera se de cuenta. Como avisar entonces a esa otra persona que su camino está equivocado?, como a visarla que quienes considera sus amigos , o al menos a quienes si se acerca, la están dañando ?, como hacer por compartir con quien deseas compartir. Porque despues de todo, de miles de desprecios, de miles de valoraciones equivocadas sobre nosotros, de miles de llamadas de ayuda veladas no respondidas, de ofrecimientos de corazón mal interpretadas, de haberle ofrecido incluso lo que uno mismo ha necesitado y no ha dudado en perder por ayudar , despues de todo eso sigues sabiendo que es el ser mas maravilloso sobre la faz de la tierra. Solo queda apartarse de esa persona, porque crees que aunque es ella quien no te quiere cerca, sabes que cree que tu presencia la daña.Y eso daña nuestra alma, nuestro corazón.

Porque se han empeñado en que esas personas nos vean así? Envídia de terceros?. Lo mejor una retirada aparente, pero jamás una desaparición porque, cuando los aparente amigos, los confidentes del momento, los alagadores temporales, desaparezcan. Cuando el desprecio les invada porque toca otra victima, cuando el cuerpo no atraiga las lascivas miradas, cuando el tiempo demuestre que no estuvieron alli en los momentos dificiles porque no quisieron, cuando las críticas a escondidas resurjan. Ahí seguiremos, no recordaremos que un dia nos dejaron de lado por que no querían esos amigos fugaces que así fuera.

En ese momento solo deberá girarse y ahí estaré con mi mejor sonrisa, con mi mano extendida, con mi ayuda y apoyo, porque pase lo que pase, seguiré sabiendo que somos amigos. Que ni un solo momento dejé de querer.

domingo, 30 de agosto de 2009

Nacimiento de un angel



Se escuchó el portazo, como un trueno. Como el ruido de las puertas del infierno al abrirse. La pequeña Cris, saltó sobresaltada de su mundo de muñecas. Se levantó y corrió a coger, a abrazar a su osito Popy. Su amigo, su escudo, su almohada para cuando se protegía en aquel pequeño armario. Un pequeño armario de dos hojas, dos puertas de fina madera que para ella, eran como puertas de piedra. Las puertas que la separaban de aquella riada de gritos, de golpes, de lloros. Y corrió y se escondió. Sus pequeñas manitas aferradas a Popy no dejaban de temblar. Mojó su pequeño pantalón y ni siquiera se dió cuenta. Sus piernecitas húmedas, plegadas, intentando arrinconarse, intentando desaparecer de aquel momento de aquel sentir.
Terror, palabra que no conocía y sin embargo era su vida. Si hubiera sabido rezar, pedir a un Dios cruel que nunca apareció. Lo habría hecho. Pero sus labios solo gimoteaban, solo tenian el sabor de sus pequeñas lágrimas, saladas, cálidas. Cayendo por un rostro que con 7 años debería tener dibujada una sonrisa, no una mueca fantasmagórica.
La luz entró en su pequeño mundo, en su pequeño armario. La silueta del diablo apareció, la silueta de quien debería tenerla en sus rodillas, debería besarla, y jugar con ella. No secarle la alegría, la vida.
Gritos, más gritos. LLoros, golpes y sonidos secos. El sonido de carnes ya desgarradas por la repetición del dolor.
Cris intenta salir, escapar, solo quiere ser lo que es. Una niña.
Popy la acompaña, no puede ser de otra forma, apretado contra su pechito parece que la quisiera proteger del mundo.
Alguien le coge del brazo, cae Popy.
-Popy, Popy
Entre sollozos el nombre de su amigo, un amigo que no responde, no se levanta, no huye. Un amigo empapado de lágrimas, lleno de sueños lanzados cada noche, cuando el silencio venía como un manto de paz a su cama.
Aventuras que no son, no fueron , no serán.
Un por qué, solo un por qué.
No hay respuesta, solo una sensación rara, impactante.
Cris cree haber volado, siente que no toca el suelo.
Su pequeño oído suena, se resquebraja.
Una mano, un puño de odio la golpea.
Se apagan las luces para Cris, no ve a Popy, pero tampoco ve la silueta del diablo.
Siente su mejilla fría contra el suelo, una sensación conocida.
Nota como los gritos, los ruidos, los golpes se desvanecen.
Sabor metálico en su boca, humedad cálida en su pequeño oido. Un oido sin memoria de un te quiero.
El aire no quiere entrar en sus pulmones, la vida, apenas estrenada, se va.
Pero aún queda un último golpe de fuerza para lanzar una palabra de despedida al infierno.
-Popy.

Su amigo, su escudo, su almohada.
Al fin puede salir de su refugio, ya no debe temer. El mismo diablo que le hizo sufrir la liberó del infierno.
Fué el diablo quien cambió la existencia de una niña, por el nacimiento de un angel.
Cris un nuevo angel.